Un acercamiento a la “Respiración Consciente” para docentes.
Artículo publicado en la revista RESPIRACIÓN, Nº 10
Natividad Jiménez – Enero 2002
e-mail: natividadjs@yahoo.com



El Camino: Mi experiencia

Desde 1985 presto mis servicios como profesora en la Universidad de La Laguna, en Tenerife. En aquella época, llegué a tener grupos muy numerosos de alumnos y, en muchas ocasiones, me sentía presa de la ansiedad o del estrés. Todavía sin haber tomado consciencia de los beneficios que una adecuada respiración podía brindar a mi vida, instintivamente tomaba tres respiraciones lentas y profundas antes de entrar en el aula para relajarme. En realidad, aunque no sabía conscientemente lo que me ocurría, yo tenía miedo. Tenía miedo a equivocarme, a no poder dar una respuesta adecuada a las preguntas de los alumnos, a no ser entendida, miedo a “perder el control” del grupo, a “no dar la talla”, tenía miedo de utilizar expresiones no apropiadas, tenía miedo a que se me acercaran demasiado los alumnos,...¡muchos miedos no conscientes!. Y toda esta situación se complicaba cuando quería armonizar este aspecto docente con los otros no docentes de mi trabajo (congresos, reuniones, ponencias, papeleo...) y con el resto de mi vida. De esta manera, me resultaba muy difícil disfrutar plenamente de esta bella y honorable profesión.

En 1991, recibí información sobre un método de respiración consciente, que se conoce con el nombre de Renacimiento (o Rebirthing) y decidí comenzar a tomar clases para practicarlo. Actualmente, también me dedico profesionalmente a enseñar este fantástico recurso.

El método

A lo largo de la historia, la respiración se ha considerado una de las más importantes de las funciones del cuerpo. Está directamente relacionada con la vida, y es la única de estas funciones que podemos controlar y modificar a nuestra voluntad. Como dice Joy Manné, cuando tomamos nuestra primera respiración, informamos al mundo que estamos vivos, y cuando finalmente dejamos de respirar, informamos al mundo de nuestra partida. La respiración, vista así, es un lenguaje. Aunque existen numerosas técnicas de respiración y he experimentado algunas de ellas, el método que pretendo describir lo he practicado de forma continuada desde hace ya más de diez años, con unos beneficios visibles en todas las áreas de mi vida y también como docente. Este método se ha designado con diferentes nombres en los últimos treinta años. Los más comunes además de Rebirthing y Renacimiento son: Respiración consciente, Respiración circular y consciente y Respiración consciente y conectada. Se trata de una técnica descubierta por Leonard Orr a través de su experiencia personal, y desarrollada en América a partir de los años setenta. Según cuentan, Leonard estaba tomando una sauna y leyó un cartel que le indicaba “no permanecer más de veinte minutos”. Esto le produjo curiosidad, y se preguntó qué pasaría si se quedaba durante más tiempo. Ese mismo día tuvo la primera respuesta. Salió de la sauna arrastrándose y con unas sensaciones muy extrañas, tenía visiones de momentos de su primera infancia y de su propio nacimiento (de donde viene el nombre de la técnica). Esto tenía que ser una “alucinación”. Lo cierto es que comenzó a sentirse mejor y mejor, como si se hubiese quitado un peso de encima,... Estos fueron los primeros tiempos de la técnica. Más tarde, se dieron cuenta que era una forma particular de respiración, y no la sauna, lo que producía todos estos estados no ordinarios de la consciencia y lo que permitía a la persona sentirse tan bien. Actualmente, hay una gran comunidad de personas (véase International Breathwork Foundation), de diferentes formaciones, investigando lo que sucede con la respiración. Se han realizado mediciones de las ondas cerebrales, de parámetros sanguíneos, de los latidos del corazón,... Todavía queda mucho por descubrir y por explicar. Hemos encontrado formas más “suaves” de comenzar con la práctica. Las personas que respiramos de esta manera con continuidad estamos de acuerdo en que ya no podemos dejar de respirar conscientemente. Se han abierto nuevas puertas interiores que nos ayudan a vivir mejor.

  • Leonard Orr afirma que el “Rebirthing no es terapia, sino autoperfeccionamiento”.
  • La British Rebirth Society mantiene que se trata de “un instrumento para la expansión de la vida, complementario con todas las técnicas de autocuración y de autodesarrollo”.
  • Colin Sisson lo describe como “un proceso de sanación y desarrollo personal tremendamente poderoso y efectivo que utiliza la respiración para limpiar el sistema energético mente/cuerpo del estrés, poniéndonos en libertad para experimentar nuestro flujo natural de amor, nuestra alegría de vivir y la expresión creativa de nuestro ser”.
  • También se ha dicho que es “la ciencia para disfrutar de la vida”.

Se trata de una manera de respirar consciente, relajada, conectada y completa: Se la llama consciente, porque cuando respiramos ponemos toda la atención en cómo entra y cómo sale el aire de nuestros pulmones, y en lo que va sucediendo en nuestro cuerpo en cada instante; relajada, porque no oponemos ninguna resistencia al aire, ni a su entrada ni a su salida, permitiendo que fluya sin ningún obstáculo a través de nosotros; conectada, porque no hacemos pausa entre la inspiración y la espiración y viceversa, fundiéndose estos dos movimientos entre ellos; y completa, pues llenamos totalmente de aire nuestros pulmones, desarrollando de esta manera los músculos pulmonares correspondientes.

La práctica

Naturalmente, siempre que nos apetece podemos tomar algunas respiraciones de la manera descrita en el párrafo anterior, y esto nos ayudará a relajarnos. Si el lector quiere, puede en estos momentos hacer una pequeña pausa en esta lectura y tomar cinco respiraciones en la forma indicada. Para ello, puede sentarse cómodamente con los dos pies apoyados en el suelo, la espalda recta y las manos en su regazo. Después de cerrar los ojos, comience a tomar estas cinco respiraciones profundas, poniendo toda su atención en el interior de sí mismo, sin que nada externo le desvíe de su propósito. No tenga prisa, disfrute de cada respiración como si estuviera descubriendo el proceso respiratorio por primera vez, descubriendo sus propios límites pulmonares. Puede respirar por la boca o por la nariz, lo que más fácil le resulte. Lo importante es respirar. Este simple ejercicio lo podemos practicar siempre que queramos, no tiene contraindicaciones, es fácil, no requiere de mucho tiempo para su realización, es un recurso disponible de forma gratuita las veinticuatro horas del día. Pruebe unas veces por la nariz y otras por la boca, juegue con el ritmo respiratorio, vaya unas veces más despacio y otras más deprisa. Descubra su respiración sin miedo. Es fácil y, en algunos casos, por ejemplo antes de entrar en un aula, nos ayuda a centrarnos y a completar con una tarea antes de empezar con la siguiente. Hay momentos en los que este pequeño ejercicio nos permite cerrar la boca, para no decir cosas que un minuto más tarde nos arrepentiríamos de haber dicho. El objetivo es disfrutar y descubrir este mecanismo que hemos dado por aprendido. Sin embargo, cuando decimos que vamos a “tomar una sesión de respiración” nos referimos a algo bastante diferente de un ejercicio respiratorio como el anterior. En este caso, al comienzo, se recomienda la práctica de esta técnica de respiración con la guía de un profesional con experiencia o renacedor. Una sesión completa de respiración supone estar tumbado respirando más o menos como se ha descrito anteriormente, durante aproximadamente una hora. En ese tiempo, la persona suele experimentar sensaciones físicas y emocionales con diferentes grados de intensidad. Estas sensaciones van desde cosquilleos por diferentes partes del cuerpo, vibraciones, contracciones, un nudo en la garganta, llanto, risa, etc. El renacedor brinda seguridad y apoyo, y acompaña a la persona a través de estos estados hasta su resolución. En la fase final de la sesión, la persona experimenta una sensación de liberación y de bienestar y se siente con mejor ánimo. Hacer generalizaciones es muy difícil, ya que cada persona tiene sus propias experiencias interiores y éstas suelen ser muy diferentes. Pero observando estos procesos desde el exterior, puedo decir que aparentemente hay mayor acción fisiológica en las primeras cinco o seis sesiones. A partir de ahí, la persona comienza, digamos, a integrar el método. En este momento, se le pueden enseñar variantes de la práctica, de forma que el individuo puede comenzar a respirar sentado, de pie, e incluso dentro del agua. Generalmente, recomendamos que la persona se tome con un profesional, un ciclo de unas diez sesiones para aprender la técnica. Es algo así como quien va a aprender a conducir un coche. Por supuesto, muchos de nosotros podríamos aprender a conducir un coche con un buen libro, pero los monitores de las autoescuelas nos facilitan el aprendizaje y nos evitan situaciones de riesgo. Algo similar sucede con esta técnica de respiración: Su simplicidad es enorme, pero asimismo es sorprendente los efectos que puede producir en la persona. Cuando la persona está preparada, entonces puede comenzar a tomar sesiones por sí misma de una manera regular o cada vez que desee sentirse mejor. En mi experiencia, no conozco ninguna emoción (llámese estrés, ansiedad, dolor, rabia, celos,...) que se resista a una buena sesión de respiración y el resultado...

El resultado

El objetivo de esta práctica de respiración es adquirir un hábito respiratorio sano, que nos permita oxigenar bien nuestro cuerpo. Con ello, además de beneficiarnos de manera obvia en el ámbito físico, obtenemos también beneficio en el dominio de nuestras emociones y en la toma de la conciencia de nuestro mundo mental. La respiración despierta los mecanismos de curación naturales del propio cuerpo: Una correcta respiración puede, incluso, disolver dolores de espalda, de cabeza, ansiedades, liberar tensiones y estrés, mejorar la piel y el cabello. Resulta esencial para personas que necesitan mantenerse hablando durante largo tiempo, como los docentes. Una respiración apropiada nos permite producir el sonido y hablar sin molestias posteriores. La respiración activa un proceso natural de limpieza y purificación, tanto del cuerpo como de la psique. De hecho, constituye el máximo sistema excretor del cuerpo, mucho más que sudar, orinar o defecar. A escala emocional, suelo hacer la analogía con lo que supone tomarse una ducha en el ámbito físico. Diariamente nos exponemos a nosotros mismos, generalmente de una forma inconsciente, a una amplia gama de emociones. Muchas veces ni nos damos cuenta de lo “sobrepasados” que nos sentimos. Y así pasa un día y otro y vamos acumulando todo este material emocional en algún lugar de nuestra psique. En esta situación, tomarnos un tiempo para respirar equivale a tomarnos una ducha: La respiración nos devuelve a nuestro centro; restablece la armonía natural entre cuerpo, mente y espíritu. Asimismo, este proceso es una vía muy precisa para acceder a nuestro mundo íntimo de pensamientos, donde establecemos y desarrollamos las diferentes percepciones y también las limitaciones a las que nos vemos, muchas veces, sometidos. La respiración tiene tanto el poder de traernos al momento presente como de permitirnos experimentar nuestra dimensión espiritual. En estos momentos, la medicina occidental ya está empezando a aceptar que la unidad mente/cuerpo es real. Y tal vez se demuestre, como sugiere Gunnel Minett, que “aprender a respirar de manera adecuada podría ser la llave para acceder al tesoro del potencial que todos poseemos”. A este respecto, en mi experiencia personal, he podido ser testigo de la disolución de muchas de las creencias que me impedían ser como soy, y he podido acompañar a cientos de personas en sus procesos respiratorios y les he visto “darse cuenta”.

La propuesta

Para comenzar a beneficiarse de su propia respiración, puede practicar en cualquier momento del día que le parezca conveniente el ejercicio indicado en la sección de “la práctica”. Si quiere ir un poco más allá por sí mismo, le presento un ejercicio que llamamos “veinte respiraciones conectadas” y que fue propuesto también por Leonard Orr. Lo puede practicar una vez al día y tampoco tiene contraindicación en la forma que se presenta. Es totalmente seguro e inofensivo y es bueno para la salud. Consiste en cuatro series de cinco respiraciones conectadas.
1. Cuatro respiraciones cortas.
2. Al final de cada serie de cuatro respiraciones cortas: una respiración profunda.
3. Cuatro respiraciones cortas y una larga, cuatro veces sin detenerse.
4. La respiración se debe hacer por la nariz.
Algunas personas, pueden sentir mareos, sensación de hormigueo en las manos o en el estómago, o en cualquier otra parte del cuerpo las primeras veces que lo practiquen. Con la práctica todo esto desaparecerá.

Y para terminar, me pregunto: ¿Y cómo puede ayudar este escrito a los docentes? Quizás la respuesta correcta sería: De la misma manera que puede ayudar a cualquier otro profesional, a cualquier otro ser humano. Cuando nos conocemos mejor y asumimos la responsabilidad de ser como somos, de estar donde estamos y de hacer lo que hacemos, la experiencia me enseña que ya no le echo la culpa a nadie de lo que ocurre en mi vida, ni a los alumnos, ni a los compañeros, ni a la Universidad, ni a la Sociedad. Hago cada día lo mejor que puedo. Disfruto de cada momento mucho más. Cuando hay dificultades, las afronto sabiendo que pueden ser para mí recursos fundamentales de aprendizaje que la propia vida me ofrece. No lucho, porque me he dado cuenta que el fruto de la lucha es el dolor. Sé que si algo es para mí, nada ni nadie me lo puede arrebatar y si no lo es, ¿para qué iba a luchar? He descubierto la diferencia entre cosas “urgentes”, “importantes” y “esenciales” y sé qué es lo que yo quiero. A veces, no coincide con las expectativas que otros se han hecho de mí, o con lo que personas ilustres piensan que sería “mejor”, pero eso ya carece de valor. He comprendido a Einstein cuando decía: “Todo ser humano tiene el derecho de escuchar a su consciencia y el deber de hacer lo que su consciencia le dicte”.

Fuentes de información:
Breathe. Revista trimestral inglesa: http://www.breathe-mag.co.uk/
Hendricks, Hay. (1.997). La Respiración Consciente. Editorial Urano.
International Breathwork Foundation (I.B.F.): http://www.ibfnetwork.com
Manné, Joy. (1.999). Terapia del alma. Editorial Neo Person.
Minett, Gunnel. (2.000). Respiración y Espíritu. Editorial Kier.
Orr, Leonard (1.989). Rebirthing: Respiración Consciente. Colección Nueva Era.
Ray, Sondra (1.990). Celebrando la Respiración. Editorial Neo Person.
ResPiración. Revista trimestral: respiracion@teleline.es
Sisson, Colin (1.990) Rebirthing made easy. Total Press.
Sky, Michael (1.993). Respirando. Editorial Edaf.